El estilo hygge en decoración: Cómo crear espacios cálidos y acogedores en invierno
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- hace 2 días
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En los largos meses de invierno, el hogar se convierte en nuestro principal refugio. El estilo hygge, originario de Dinamarca, celebra el arte de disfrutar los pequeños momentos, la calma y la calidez del entorno. Más que una tendencia decorativa, es una filosofía que busca crear ambientes que transmitan bienestar, tranquilidad y conexión emocional.
Adoptar el estilo hygge en tu hogar es una invitación a vivir más lento, valorar lo sencillo y encontrar confort en cada rincón.
1. Texturas suaves: La clave del confort
El hygge se construye con sensaciones. Plaids de lana, mantas tejidas, alfombras mullidas y cojines suaves son esenciales para generar ambientes cálidos. Las texturas invitan a relajarse y disfrutar del espacio.

2. Iluminación cálida y tenue: El poder del ambiente
La luz es protagonista. Velas, lámparas de luz cálida y guirnaldas luminosas crean atmósferas acogedoras. La iluminación baja aporta serenidad y transforma cualquier habitación en un espacio íntimo y reconfortante.

3. Colores neutros y naturales: La base del equilibrio
Tonos como beige, gris, crema y blanco roto ayudan a crear armonía visual. Los colores suaves permiten descansar la vista y potencian la sensación de calma, típica del estilo hygge.

4. Materiales naturales: Conexión con lo auténtico
La madera, el mimbre, el lino y la cerámica artesanal evocan cercanía con la naturaleza. Integrarlos en muebles o accesorios aporta calidez visual y un toque rústico muy característico.

5. Rincones de confort: Tu pequeño refugio personal
Un sillón cómodo, una manta suave y una buena taza de café pueden crear el “hyggekrog”, ese rincón favorito donde leer, descansar o simplemente desconectar. Es el corazón del estilo hygge.

6. Orden y simplicidad: Menos es más cálido
El minimalismo cálido es uno de los pilares del hygge. Espacios despejados, objetos esenciales y decoración sencilla favorecen la sensación de paz interior. El orden genera bienestar y fluidez en el hogar.

7. Aromas que reconfortan: Un toque sensorial
Velas aromáticas, aceites esenciales o infusiones naturales complementan la experiencia. Aromas como vainilla, madera, canela o lavanda evocan tranquilidad y ayudan a construir ambientes más envolventes.

8. Convivencia y momentos compartidos: El espíritu hygge
Hygge también significa disfrutar en compañía. Preparar cenas íntimas, juegos de mesa o tardes de conversación junto al calor son parte de esta filosofía. El hogar se convierte en un espacio de conexión emocional.

Adoptar el estilo hygge en invierno es más que decorar: es crear un refugio emocional donde el bienestar y la calidez se sientan en cada detalle. Al integrar texturas acogedoras, luces suaves, materiales naturales y momentos significativos, transformas tu hogar en un espacio que abraza, calma y acompaña.
En un mundo acelerado, el hygge nos recuerda que la verdadera comodidad está en lo simple, lo íntimo y lo auténtico.
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By TallerTED/ Carolina Sánchez


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